Becky Szench y Mark Higgins, una pareja británica, estaban pletóricos con la adquisición de una casa nueva en la que empezar una nueva vida junto a su bebé. Tal era su felicidad que, como hacemos muchos, publicaron en FB que había llegado el ansiado día de su mudanza.
Mark y su esposa tenían ya todas las cosas empaquetadas así que se distrajeron usando Facebook mientras esperaban al camión de la mudanza. El camión llegó, lo cargaron todo… y nunca más se supo de todas sus pertenencias.
Un grupo de malintencionados había visto el post de FB de la parejita y se hicieron pasar por transportistas acudiendo a su casa con un camión de mudanzas alquilado a robarles todas las cosas, en su propia cara.
Becky, sin saber que la estaban estafando, se quedó muy feliz con la profesionalidad y la rapidez del servicio puesto que los ‘transportistas’ eran ladrones y cargaban todos los bultos en el camión a la velocidad de la luz para no ser descubiertos.
Mark, Becky y su bebé esperaron horas y horas al camión de mudanzas en su nueva casa pero, desafortunadamente, nunca llegó. Al llamar a la empresa real, se dieron cuenta de que les habían robado más de 12.0000€ en pertenencias pero, sobre todo, les habían robado toda la ilusión por este nuevo sueño y tantos objetos personales de gran valor sentimental.
Esto ocurrió en Gran Bretaña hace pocos meses pero vale la pena recordar y concienciar sobre la importancia de la privacidad en las redes sociales. Ni Facebook ni Twitter son el demonio, pero sí se recomienda un uso responsable y siempre andarse con mil ojos antes de colgar información íntima online. Becky y Mark aprendieron esta lección de la peor manera…
Fuente: YAHOO
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