HOMENAJE A LA SALLE

Enormemente emotivo resultó el homenaje que la XXIV Promoción de Aprendices, que terminó sus estudios en 1967, tributó al Colegio de La Salle de Los Corrales.
El acto estuvo presentado por Juan José Crespo, integrante de la promoción y principalmente estuvo formado por un recuerdo cariñoso de la estancia de los alumnos en aquellos años, acompañados por imágenes alusivas a los comentarios emanados, con una perfecta sincronización por parte de Oscar Garrido, que fue el autor material del documento gráfico.
La presencia de algunos de los profesores, como el antiguo Director, Hermano Amancio Elvira, el fundador del equipo de balonmano, José María Archaga (Hermano Agustín), o los profesores de taller Antonio Gonzáles y Miguel Mazpulen consiguieron que la emoción aumentase enormemente.
En pleno acto se proyectó la imagen de José Pérez, compañero de los presentes, que por residir en Venezuela no pudo desplazarse al acto, pero que puso en palabras de su íntimo amigo Ángel Ruiz, una cariñosa y emocionada carta destinada a los asistentes, prometiendo estar presente en otra próxima ocasión si el general (¡que te calles!) Chávez se lo permite.
Al multitudinario homenaje quisieron sumarse el actual y los antiguos presidentes de la Asociación de Antiguos Alumnos, que junto con los profesores, entregaron a los alumnos participantes una orla hecha con fotografías de la época en que estudiaban y que causó gran ilusión entre los asistentes, que no esperaban este detalle, así como la imposición de la medalla de Antiguos Alumnos. Queremos hacer una mención especial al actual Presidente Salomón Cuadrado, por las facilidades y la colaboración que ha prestado en todo momento a los organizadores del acto.

Posteriormente le tocó el turno a José Salas, que requirió la presencia en el escenario del actual Hermano Director: Oscar Cordovilla, al que le hizo entrega, en nombre de todos sus compañeros, de una placa de agradecimiento por la formación recibida durante su estancia en el colegio, tanto a nivel profesional, como en valores humanos. Hizo alusión a que, si cuando estuvieron recibiendo dicha formación, por su poca edad, no fueron capaces de saber valorarla, ahora con las perspectivas que dan las canas, era de justicia proceder a tal reconocimiento.
Más tarde Gabriel Vela subió al escenario e hizo entrega al Hermano Amancio y a José María Archaga, de los libros de las asignaturas que impartieron ambos y que guardaba cuidadosamente, con el deseo de que más tarde fuesen firmados por todos los compañeros asistentes al acto.
Después se pasó revista a la parte deportiva y aquí fueron subiendo al escenario Enrique Díaz y Miguel Ángel Lamas, dos componentes de la promoción, que fueron internacionales junior con España, consiguiendo Lamas quedar 4º en París, en la prueba en la que participó.


Posteriormente lo tocó el turno al balonmano y aquí es donde se consiguió el máximo exponente e emotividad, ya que la mayor parte de los componentes del equipo de La Salle Buelna, que participaron en el primer partido internacional que se llevó a efecto en Corrales, entregaron a su antiguo entrenador José María Archaga una camiseta dedicada, con el número 1, por su esfuerzo en la confección de aquél mítico equipo. Allí estuvieron Bringas, Quique Díaz, Lamas, Rebolledo, Chema R. Cosgalla, Antonio Fuentes y Paco Rivero. Quiso sumarse también a este acto el antiguo jugador del equipo, Miguel Ángel Iglesias (Koscis), que llegó a ser internacional con la selección absoluta de España y que no asistió al campeonato de de veteranos que se está celebrando en Aranda, para estar presente y compartir esos momentos con sus antiguos compañeros.

La jornada en el salón de actos se cerró teniendo un cariñoso recuerdo a los profesores y compañeros que nos han dejado, para posteriormente dirigirse a la estatua del Fundador, para hacer entrega de un ramo de flores.
Más tarde y tras volver a visitar el colegio, todos los componentes se dirigieron al Casón de la Marquesa, en La Fraguas, donde compartieron una cena, en cordial compañerismo y con la presencia de sus esposas, a las que se las hizo entrega de una flor, agradeciendo su importante presencia.